lunes, 7 de enero de 2013

¿Para qué tomar un curso de Preparación para el Parto?





La mayoría de los futuros padres se pregunta para qué tomar un curso de preparación para el parto, ¿De qué me va a servir? ¿Qué voy a aprender en estos cursos? “Yo voy a tener cesárea realmente no lo necesito”. “Esas son cosas para mujeres”

Un curso de preparación para el parto va a permitir a los futuros padres adquirir conocimientos y herramientas , así como desarrollar habilidades para la nueva etapa que están por vivir: El ser padres.

Se cree que los cursos de preparación para el parto solamente se enfocan a tener un parto sin anestesia por lo que muchas mujeres que le temen al dolor deciden no hacerlo o bien hay la creencia de que en estos cursos se enseñan cosas “raras” a las mujeres que no tienen ningún fundamento ni sirven para nada.

Dentro de estos cursos aprendemos acerca del desarrollo del embarazo, como va creciendo el bebé y sus etapas de desarrollo en el útero, lo que conlleva a ciertas molestias a mamá como nauseas, calambres, acidez urgencia de orinar etc., y ella aprende lo que es normal en el embarazo y lo que no , papá comprende que estos cambios son normales y ayuda a mamá a sobrellevarlos . En estos cursos también los padres aprenden a vincularse con su bebé estimulándolo ya sea con sonido, tacto, luz y observando sus respuestas a estos estímulos.

Los nuevos padres aprenden acerca de la nutrición que debe tener mamá para que ella conserve un estado optimo de salud, el bebé crezca sano dentro del vientre y para que mamá lo pueda amamantar cuando nazca.

También los nuevos padres reciben información acerca de los métodos naturales para el nacimiento de su bebé, la importancia de que la mamá pueda elegir la posición que ella desee durante su trabajo de parto, el usar el calor o el frio para el alivio del dolor, el agua como anestésico natural y las ventajas de parto en agua para mamá y bebé medio , la respiración como elemento fundamental para el manejo del dolor, la música, la meditación, el estar acompañada durante el trabajo de parto ya sea por su pareja, su doula o la persona que ella elija para su trabajo de parto. Una mujer acompañada tendrá un trabajo de parto más satisfactorio y con menos intervenciones médicas como la anestesia epidural. Esto y más aprenderán en el curso . Todas estas son herramientas y habilidades a desarrollar con lo que la mamá , el bebé y el papá podrán disfrutar el parto . ¡Si oímos bien!! ¡disfrutar el parto!!!! ya que la mujer puede elegir entre “sufrir” el parto y disfrutar de manera consciente el nacimiento de su bebé.

Dentro de estos cursos se les proporciona a la pareja información basada en evidencia científica acerca del proceso del embarazo, parto, posparto y crianza temprana para que ellos puedan tomar decisiones libremente informadas del cuidado de su salud. Se les habla acerca de las señales de que el parto se acerca, las etapas del parto y que hacer en cada una de ellas, cuándo ir al hospital, opciones de parto, se habla también sobre la cesárea humanizada

También incluye temas acerca de los cuidados del recién nacido y sobre la importancia del apego temprano con el bebé al momento del nacimiento y el comienzo de la lactancia materna.

Uno de los aspectos fundamentales del curso es acercar al padre a todo el proceso y vincularlo con su bebé desde antes de que nazca, además de que estrecha el vínculo con la pareja pues el papá sabe qué hacer y cómo ayudar a mamá en el momento del parto para darle confort físico y emocional durante la labor de parto y para ser un vínculo entre ella y el personal médico.

Se enseña a los padres a elaborar un plan de parto para que puedan junto con su médico elegir las cosas que sí quieren que pasen durante su trabajo de parto ya que recordemos que hay cosas que si podemos elegir como el estar acompañadas, y el tipo de intervenciones que quiero se hagan durante el parto, el que se mantenga a madre y bebé juntos desde el momento del nacimiento y el inicio de la lactancia materna a libre demanda.

El parto es una experiencia única para la que hay que estar preparados tanto física como emocionalmente, la mamá aprende también a descubrir su fortaleza interna y confiar en su cuerpo y en su naturaleza de mujer.

Los cursos de preparación para el parto son un espacio en donde podrán conocer las diferentes opciones que tienen para el nacimiento de su bebé de una manera humanizada y digna y tomar decisiones informadas y no por miedo, cuando tenemos opciones se nos abren muchos caminos para escoger , cuando no tenemos opciones estamos perdidos y llenos de miedo.

Informarse es tener poder y el poder eleva la autoestima, los invitamos a prepararse y a tener una experiencia de parto de manera humanizada al ritmo de la naturaleza y como ella lo planeo.

LCCE. Elena Leyva Hernández

Cenro Nacser. Educación para el Parto y Estimulación Temprana

www.centronacser.com



lunes, 23 de abril de 2012

LACTANCIA MATERNA. Club de apoyo

Club de apoyo a la lactancia materna





En Centro Nacser contamos desde hace unos meses con el club de apoyo a la lactancia materna en donde nos reunimos el  primer jueves de cada mes de 11:30 de la mañana a 12:30 p.m con varias mamás que acaban de tener bebés y mamás que llevan ya unos meses dando pecho a sus bebés o bien que ya han tenido otros hijos y los han amamantado a todos.

El objetivo de  estas reunniones es la de que les mamás que han tenido éxito en la lactancia compartan sus experiencias de mamá a mamá para que las nuevas madres que están teniendo problemas con la lactancia  encuentren soluciones prácticas a estos problemas y se sientan aocmpañadas además de que vean que este problema no es solo de ella y su bebé sino que hay otras madres que han pasado por lo mismo y han podido resolver  su problema con exito

Dentro del club  de lactancia estamos dos educadoras perinatales LCCE  Elena Leyva  Educadora perinatal  certificada y capacitada en lactancia por Lamaze International  y capacitada en lactancia  por DONA International y directora y fundadadora  de Centro Nacser  y T.S Socorro Arellano que tiene a su cargo los cursos de preparación para el parto en el Hospital Vasco de Quiroga del  ISSSTE  y tiene a su cargo también el grupo de lactnacia materna en dicha institución.

Las reuniones son muy gratificantes ya que las mamás que han amamanatado tienen mucha experiencia y tienen métodos para resolver problemas surgidos del instinto materno lo cual nos muestra como las madres que siguen su instinto saben exactamente que es lo que tienen que hacer de manera correcta  y no siguiendo muchas veces lo que la famillia o el pediatra u otras personas puedan decirle, ellas saben que lo que hacen es lo mejor para su beebé.

Para nuestras reuniiones tomamos una imágen de SINA: Asociacion de apoyo a la lactancia materna y crianza consciente en Valencia ya que nos paeció que ilustra de manera maravillosa lo que significa la leche materna para los bebés.

Las madres que acuden también a nuestro club de lactancia nos comparten también el cómo se han sentido ellas con la lactancia y cómo ven crecer sanos a sus bebés además del gran apego que ha surgido entre ellas y sus hijos

Para nosotros es de vital importancia que las muejres tomen conciencia de que la leche materna es lo natural para sus bebés y que de ella depende el buen desarrollo físico,metal , y afectivo de sus bebés ya que en nuesro país México solo el 12% de las muejres amamantan a sus hijos, no es raro entonces que con una cifra tan baja de lactancia seamos uno de los países si no es el que más,  cuenta con  una gran cifra de niños con obesisdad, diabetes, hipertensión y un sin número de afecciones que se presentan en la infancia y en la edad adulta.


Nos gustaria que si estás leyendo este artículo y estás embarazada te animes a dar pecho a tu bebé, es el mejor regalo que te puedes hacer a ti y a tu bebé ya que como sabemos la         lactancia no solo beneficia al bebé sino a su madre y al bolsillo de papá. Nos gustaria que supieras que la lactancia es un proceso que comienza desde el momento mismo del nacimiento ya sea por parto natural o cesárea, pues la primera hora despues del nacimiento es  la etapa en que se establece la lactancia materna y el vínculo afectivo madre bebé por lo que es crucial no separar a la madre del bebé.
 La lactancia es un proceso que requeire paciencia apoyo y mucho amor.por lo que también es necesario que si quieres amamamtar te apoyes de tu familia, tu pareja o amigos para que ellos te brinden esta seguridad y confianza en que lo podrás hacer.

Si en tu comunidad no cuentas con una asesoria de lactancia o con un grupo de apoyo acércate a una mamá que haya tenido éxito en la lactancia ya sea una amiga, tu mamá, tu buela, tu vecina  y apóyate de sus consejos regresemos a apoyarnos como mujeres regresemos a las enseñanzas de mamá a mamá, confiemos en nosotras y en nuestro cuerpo y también en el bebé ya que si comezamos con la lactancia en el momento del nacimiento el bebé por instinto sabrá que hacer y cómo hacerlo.

Si radicas en Morelia MIch o en lugares cercanos te invitamos todos los segundos jueves de cada mes a nuestro Club de Apoyo a la Lactancia Materna en horario de 11:30 a 12:30 de la mañana en Centro Nacser. Tel. 3 40 49 75. http://www.centronacser.com/

REUNIONES GRATUITAS.


domingo, 22 de abril de 2012

NACER POR CESAREA

Nacer por cesárea: una huella genética en el bebé

¿Seguro que, por cesárea, los bebés nacen más guapos? Sin entrar en valoraciones estéticas, lo cierto es que los bebés nacidos por cesárea tienen mayor riesgo de desarrollar determinadas enfermedades a lo largo de la vida, y que, según un reciente descubrimiento, sufren alteraciones genéticas en el ADN de sus glóbulos blancos.

Un equipo de investigadores suecos ha descubierto que los niños nacidos por cesárea experimentan cambios en el ADN de sus glóbulos blancos, hecho que podría deberse a un nivel alterado de estrés durante esta forma de nacimiento. Los resultados del estudio se publicarán en julio de 2009 en la prestigiosa revista Acta Paediatrica.

Estos cambios genéticos, que no se producen en los partos vaginales, podrían explicar por qué los niños nacidos por cesárea son más sensibles a enfermedades inmunológicas como la diabetes o el asma a lo largo de la vida, cuando estos cambios genéticos se combinan con otros factores ambientales que favorecen el desarrollo de estas enfermedades.

Los investigadores tomaron muestras del cordón umbilical de 37 recién nacidos, justo después de nacer y luego a los 3-5 días de vida. Realizaron análisis para ver el grado de metilación del ADN en los glóbulos blancos, que son parte vital del sistema inmune. La metilación tiene un importante papel en la expresión de los genes, es decir, en el hecho de que algo a lo que nos predispone nuestra herencia genética se manifieste o no.

Los resultados mostraron que los 16 bebés nacidos por cesárea tenían niveles de metilación del ADN más altos que los 21 nacidos por vía vaginal. A los 3-6 días de vida, los niveles de metilación del ADN de los bebés nacidos por cesárea habían bajado y ya no había diferencias significativas entre los dos grupos.

“Sabíamos que los bebés nacidos por cesárea tienen mayor riesgo de desarrollar alergia, diabetes y leucemia”, señala Mikael Norman, especialista en pediatría en el Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia. “Aunque no está clara la causa subyacente, nuestra teoría es que nacer bajo condiciones alteradas puede producir una huella genética en las células del sistema inmune que puede ser importante a lo largo de la vida”.

“Por eso teníamos interés en estudiar la metilación del ADN, que es un mecanismo biológico importante por el cual el ADN se modifica químicamente para activar o desactivar genes, en respuesta a cambios en el entorno exterior. Como esas enfermedades que son más comunes en las personas nacidas por cesárea tienen relación con el sistema inmune, decidimos enfocar nuestra investigación a los cambios tempranos en el ADN de los glóbulos blancos”.

Los autores señalan que harán falta más estudios para saber por qué la metilación del ADN es mayor al nacer por cesárea. “Varios estudios hechos con animales han mostrado que nacer bajo estrés afecta a la metilación de los genes, así que es razonable creer que las diferencias en la metilación del ADN que hemos encontrado en bebés humanos están relacionadas con haber sufrido estrés durante el nacimiento. Sabemos que el estrés de nacer es totalmente diferente en una cesárea programada y en un parto vaginal normal. Cuando un bebé nace por cesárea, no está preparado para nacer y puede sufrir más estrés. En un parto normal, en cambio, ese estrés va progresando gradualmente a medida que avanza el parto, y ayuda al bebé a empezar a respirar y adaptarse rápidamente al nuevo entorno fuera del útero”.

Los autores destacan que el procedimiento quirúrgico en sí mismo puede desempeñar un papel en la metilación del ADN y que factores diferentes de la forma de nacer en sí también se tendrían que estudiar más en detalle.

“En nuestro estudio, la metilación del ADN no guardaba relación con la edad de la madre, la duranción del parto, el peso al nacer o los niveles de proteína CPR (una proteína que se utiliza como marcador para detectar inflamación)”, aclaró el Dr. Norman. No obstante, aunque no había relación entre la metilación del ADN y esos factores, sería conveniente hacer estudios más amplios para aclarar estos puntos”.

Para el profesor Norman, el estudio del Instituto Karolinska muestra claramente que la interacción entre los genes y el entorno mediante la metilación del ADN es más activa alrededor del nacimiento de lo que se pensaba hasta ahora.

“Todavía no comprendemos la significación total del aumento de los niveles de metilación del ADN después de una cesárea, pero puede tener importantes implicaciones clínicas”, declaró. “El nacimiento por cesárea está aumentando rápidamente por todo el mundo, y en la actualidad es el procedimiento quirúrgico más frecuente en las mujeres en edad reproductiva. Hasta hace poco, no se habían estudiado las consecuencias a largo plazo de este modo de nacer. No obstante, cada vez hay más estudios que relacionan el nacer por cesárea con un mayor riesgo de sufrir diferentes enfermedades a lo largo de la vida. Nuestros resultados proporcionan una primera evidencia de que la programación epigenética del sistema inmune puede tener un papel en ello”. Los autores consideran que su descubrimiento es una contribución significativa que se debe tener en cuenta en el debate actual sobre las repercusiones de las cesáreas sobre la salud.

“Aunque no sabemos todavía cómo se ve afectada la expresión de genes específicos después de nacer por cesárea, o hasta qué punto perduran en el tiempo estas diferencias genéticas relacionadas con la forma de nacimiento, creemos que nuestros descubrimientos abren un nuevo campo de investigación clínica”, concluye Titus Schlinzing, coautor del estudio e investigador en el Instituto Karolinska.




Referencias



Epigenetic modulation at birth –altered DNA-methylation in white blood cells after Caesarean sectiona. T Schlinzig, S Johansson, A Gunnar, TJ Ekström, M Norman. Acta Pædiatrica. Volume 98, Issue 7, pages 1096 – 1099.




Publicado por Centro Nacser 
www.centronacser.com 


























jueves, 19 de abril de 2012

no más cesáreas por rutina





Hola después de tres años con el blog inactivo otra vez reanudamos con nuetros artículos comenzaremos con un artículo de León España de una iniciativa para reducir el índice de cesáreas innecesarias, ojalá que nuestras autoridades de la Secretaría de Salud tomaran este ejemplo para llevar a cabo acciiones para reducir el número de cesareas innecesarias que va en incremento en nuestro país.


NO MAS CESAREAS POR RUTINA




carmen tapia 29/12/2011
LEÓN

Parto vaginal, parto natural, parto normal. El Hospital Universitario de León incorporará en febrero un protocolo de actuación para reducir el número de cesáreas que se practican en el paritorio. «Nos hemos incorporado a un proyecto nacional de estandarización de indicaciones de cesáreas», asegura el jefe de Obstetricia del Hospital de León, Celso García. «Los hospitales que lo han asumido han reducido el número de intervenciones». El objetivo es no hacer cesáreas innecesarias, una línea marcada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Hasta ahora se ha sido muy flexible o muy permisivo»», asegura, «hasta el 2010, si la mujer había tenido una cesárea previa se le permitía elegir si quería otra cesárea. Eso ahora ya no se hace». El proyecto está en fase de estudio con la realización de una auditoría que radiografíe la situación y así afinar en la programación de las cesáreas que sean estrictamente necesarias para no poner en peligro la salud del bebé ni de su madre.


El proyecto busca un cambio de mentalidad en los paritorios que pese a los esfuerzos para conseguir nacimientos menos intervenidos e instrumentalizados no logran bajar las tasa de cesáreas que en el 2011 se ha situado en el Hospital de León en el 22,6% y en el 24,8% en el del Bierzo.
En las últimas décadas se han desarrollado prácticas para iniciar, aumentar, acelerar , regular o monitorizar el proceso fisiológico del parto, con el propósito de mejorar el desenlace para las madres y sus hijos. Algunos expertos cuestionan ahora el valor de estos grados tan altos de intervencionismo. Por otra parte, los países en desarrollo están intentando que toda mujer tenga acceso a un parto seguro. La conjugación de estos dos factores es la clave para favorecer un parto normal sin riesgos.
En la auditoría realizada en el Hospital de León se ha comprobado que el mayor número de cesáreas se produce tras la no progresión del parto, el fracaso de la inducción, el riesgo de la pérdida de bienestar fetal y las presentaciones podálicas.


El jefe de Obstetricia del Hospital de León apuesta por métodos menos intervencionistas. «Tememos el personal suficiente y la preparación necesaria para que los partos sean cada vez menos intervencionistas», asegura.


Menos inducciones
Para conseguir los objetivos el servicio ha establecido prioridades. Lo primero, «afinar», como lo define García, en las inducciones de los partos, para que no resulten fallidas. También defiende la vuelta a prácticas desechadas hace once años, como favorecer que los embarazos en los que el bebé se presenta de nalgas puedan desarrollarse con un parto vaginal. «se va a implantar la práctica de la versión externa para tratar de colocar la cabeza de los fetos que están de nalgas», afirma García. El ginecólogo recuerda que los partos vaginales con una presentación podálica del feto dejaron de realizarse tras las conclusiones de un estudio de Hannah del año 2000 sobre las complicaciones fetales en este tipo de nacimientos, «ese estudio hizo mucho daño a la obstetricia, pero ahora se sabe que estaba mal diseñado y que sus conclusiones no eran correctas», afirma, «hay que empezar a hacer partos en podálica por vía vaginal».


Otra de las indicaciones para reducir el número de cesáreas es aumentar el control del embarazo en los últimos días de gestación para ajustar las indicaciones de inducción, para disminuir el número de inducciones fallidas».
Alrededor del 65% de los nacimientos se producen con anestesia epidural, lo que permite a la madre parir sin dolor. «En este caso el mayor peso de la información recae en los especialistas de Atención Primaria, que son los que ofrecen toda la información a las madres. Ninguna renuncia a la epidural», asegura García. Una buena programación e información de la madre sobre el proceso fisiológico que supone el trabajo del parto, reduce la medicación. A más inducciones, medicación y procedimientos innecesarios se producirán más cesáreas y partos instrumentales. A más libertad, menos medicación y más protagonismo de la mujer menos cesáreas y partos instrumentales.


De la misma idea es la matrona jefe del Hospital del Bierzo, Conchi Balboa, «intentamos que el parto sea lo más normal posible, siempre y cuando no surjan complicaciones, pero las madres piden la epidural siempre».


El ginecólogo Celso García cree que para alcanzar los objetivos es necesario que se produzca un cambio de mentalidad entre el personal, «algo que ya está pasando, cada vez hay mayor concienciación y el Hospital de León tiene matronas suficientes como para que cada parturienta esté acompañada por una profesional que le ayude en el parto. La mujer tiene que ser protagonista, sin olvidar el control fetal, el alivio del dolor y la humanización del parto». La evidencia científica es clara: el parto es más seguro si hay una persona asistiéndolo durante todo el proceso del trabajo de parto, el expulsivo y el alumbramiento.


Intentamos atender las peticiones que nos hacen las madres, pero siempre teniendo en cuenta que el parto se desarrolle lo más seguro posible», asegura la comadrona jefe del Hospital de Bierzo, Conchi Balboa, que asegura que «muchas mujeres llegan diciendo que no quieren la epidural, pero en el transcurso del parto la piden».


http://www.diariodeleon.es/noticias/saludybienestar/no-mas-cesareas-por-rutina_656901.html

domingo, 18 de octubre de 2009

EL NIDO (NO LO COJAS QUE SE ACOSTUMBRA)


Autor:
Jean Liedloff
Area:
Infancia » Crianza

El bebé, cuando es llevado al hogar de su madre ya conoce a fondo cómo es la vida. A un nivel preconsciente que determinará todas sus impresiones posteriores, al igual que las determina ahora, sabe que la vida es insoportablemente solitaria, que no responde a sus señales y que está llena de sufrimiento.
En una unidad de neonatología de las maternidades de la civilización occidental hay muy pocas posibilidades de recibir el consuelo de una mamá loba. El recién nacido, cuya piel está pidiendo a gritos volver a sentir aquella carne suave, cálida y viva con la que estaba en contacto, es envuelto en una tela seca e inerte. Es colocado en una caja y dejado ahí, por más que llore, en un limbo donde no hay el menor movimiento (por primera vez en toda la experiencia de su cuerpo, en los siglos de evolución o en la eternidad vivida en el útero).

Los únicos sonidos que puede oír son los gemidos de otras víctimas que están sufriendo el mismo indescriptible tormento. Puede que los sonidos no signifiquen nada para él. El bebé no cesa de llorar; sus pulmones, que no están acostumbrados al aire, se sobre esfuerzan con la desesperación que hay en su corazón. No acude nadie. Confiando en la perfección de la vida, como debe hacer por naturaleza, efectúa el único acto que puede hacer, que es llorar. Hasta que, después de haber pasado un tiempo que para él es una eternidad, se duerme agotado.Más tarde se despierta en el vago terror que le produce el silencio, la inmovilidad. Se echa a llorar. Todo su cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies, está embargado por un ardiente anhelo y deseo, por una intolerable impaciencia. Respira con dificultad y chilla hasta sentir que su palpitante cabeza está a punto de estallar. Llora hasta que el pecho y la garganta le duelen. Ya no puede soportar más el dolor y sus sollozos se van apagando hasta calmarse. Ahora se pone a escuchar. Abre las manos y las vuelve a cerrar apretando los puños.
Mueve la cabeza de un lado a otro. Nada parece ayudarle. El sufrimiento es insoportable. Se echa de nuevo a llorar, pero supone demasiado esfuerzo para su dolorida garganta y al cabo de poco vuelve a callarse. Tensa su atormentado y anhelante cuerpo y siente un poco de consuelo. Agita las manos y patalea con los pies. Se detiene, sufriendo, incapaz de pensar o de tener esperanzas. Se pone a escuchar. De nuevo cae dormido.Al despertar se hace pipí en los pañales y el suceso le distrae de su tormento. Pero el agradable acto de orinar y la cálida, húmeda y fluida sensación que siente alrededor de la parte inferior de su cuerpo desaparecen rápidamente. El calor se inmoviliza ahora y se vuelve frío y pegajoso. El pequeño patalea, tensa el cuerpo, llora a lágrima viva. Desesperado a causa del intenso deseo de contacto que le acucia, rodeado de un entorno inerte, húmedo e incómodo, expresa llorando desconsoladamente su infelicidad hasta que se tranquiliza con su solitario sueño.
De pronto, alguien lo levanta; vuelve a creer que va a obtener aquello que tanto desea. Le sacan el pañal. Se siente aliviado. Unas manos vivas le tocan la piel. Levantándole los pies, le envuelven el bajo vientre con otro paño seco y sin vida. Al cabo de un momento es como si las manos y el pañal húmedo no hubieran existido nunca. No hay ningún recuerdo consciente, ninguna chispa de esperanza. Se encuentra en medio de un vacío insoportable, eterno, inmóvil y silencioso, lleno de un intenso, intensísimo deseo de vital contacto. Su continuum intenta utilizar las medidas de emergencia de que dispone, pero todas están concebidas para unir los breves espacios de tiempo en los que permanecerá sin recibir el trato correcto o para pedir consuelo a alguien (que se supone) que desea dárselo. Su continuum no tiene ninguna solución para una situación tan extrema. Ésta supera su basta experiencia. La naturaleza del bebé, aunque el pequeño sólo haga algunas horas que respire, ha llegado a tal punto de desorientación que la situación supera a la fuerza salvadora de su poderoso continuum. La experiencia vivida en el útero ha sido la que probablemente más se acercará de todas al estado de bienestar que, de acuerdo a sus expectativas innatas, tendría que experimentar durante toda su vida.
Su naturaleza se basa en la suposición de que su madre se está comportando correctamente y de que las motivaciones que la impulsan y las consiguientes acciones se beneficiarán sin duda unas a otras. Alguien llega y lo levanta deliciosamente en medio del aire. Vuelve a la vida. Lo llevan de una manera demasiado delicada para su gusto, pero al menos experimenta algún movimiento. Después se encuentra en su lugar. Todo el sufrimiento que ha padecido ahora ya no existe. Descansa en unos brazos que lo envuelven y aunque su piel al entrar en contacto con la ropa de la madre no le envíe ningún mensaje de encontrar consuelo ni sienta el contacto de una piel viva, sus manos y su boca le comunican que se sienten bien. El positivo placer que produce la vida, el estado normal para el continuum, es casi completo. El sabor y la textura del pecho materno está presentes, la cálida leche fluye a su hambrienta boca, oye los latidos de un corazón que debería haber sido su vínculo, el sonido que le confirma la continuidad de la existencia vivida en el útero; las formas moviéndose anuncian con claridad que hay vida. El sonido de la voz también es correcto. Sólo hay algo que falta en la ropa y en el olor que percibe (la madre se ha puesto colonia). El bebé succiona la leche y cuando está lleno y con las mejillas sonrosadas, se queda dormido.Al despertar se encuentra en un infierno. No tiene ningún recuerdo, esperanza ni pensamiento de la visita que le ha hecho su madre que pueda tranquilizarle en este inhóspito purgatorio. Las horas, los días y las noches van transcurriendo.
El bebé se echa a llorar, queda agotado, cae dormido. Se despierta y se hace pipí en el pañal. Ahora este acto ya no le resulta agradable. El efímero placer que le producen sus aliviadas tripas se torna en un dolor cada vez más punzante cuando la orina caliente y ácida entra en contacto con su irritada piel. Se pone a chillar. Sus cansados pulmones necesitan gritar para no sentir el doloroso escozor. Llora hasta que el dolor y el llanto lo agotan hasta caer dormido.En este hospital, que es de lo más normal, las ocupadas enfermeras cambian los pañales de los recién nacidos a unas determinadas horas, tanto si están secos como si hace poco o mucho que están húmedos, y mandan a los bebés a sus casas totalmente escaldados para que los cuide alguien que tenga tiempo para ello.
El bebé, cuando es llevado al hogar de su madre (sin duda no puede decirse que sea el hogar del pequeño), ya conoce a fondo cómo es la vida. A un nivel preconsciente que determinará todas sus impresiones posteriores, al igual que las determina ahora, sabe que la vida es insoportablemente solitaria, que no responde a sus señales y que está llena de sufrimiento.Pero aún no se ha rendido.
Su fuerza vital intentará siempre recuperar el equilibrio mientras haya vida en él.El hogar en que se encuentra sólo se diferencia de la unidad de neonatología de la maternidad en que ahora no tiene la piel irritada. Durante las horas en las que el bebé está despierto, está anhelante, ansioso de contacto físico y espera de manera interminable que el silencioso vacío sea reemplazado por la situación correcta.
Durante algunos minutos al día su intenso deseo cesa momentáneamente y la terrible necesidad de su piel de ser tocada, sostenida y movida es satisfecha. Su madre es la persona que, después de habérselo pensado mucho, ha decidido dejarle acceder a su pecho. Ella lo quiere con una ternura que nunca antes había sentido.
Al principio, a la madre le resulta difícil dejar a su hijo en la cuna después de haberle dado el pecho, sobre todo porque él se echa a llorar desconsoladamente. Pero está convencida de que debe hacerlo, ya que su madre le ha dicho (y ella debe saberlo) que si ahora le hace caso lo malcriará y más tarde su hijo le causará problemas. Ella desea hacerlo todo correctamente; por unos momentos siente que la pequeña vida que sostiene entre sus brazos es más importante que cualquier otra cosa en el mundo.Suspira y deja suavemente a su hijo en la cuna, decorada con patitos amarillos a juego con la habitación. Ha puesto mucho esfuerzo para decorarla con unas cortinas suaves y sedosas, una alfombra en forma de un enorme oso panda, un tocador blanco, una bañera y un vestidor equipado con polvos de talco, aceite, jabón, champú y un cepillo, todo fabricado y envasado con los colores especiales para bebés.
La pared está decorada con imágenes de crías de animales vestidas como personas. Los cajones de la cómoda están llenos de camisitas, peleles, patucos, gorritos, mitones y pañales. Sobre la cómoda, colocados de lado en un cautivador ángulo, hay un corderito de peluche y un jarrón con flores recién cortadas, ya que a su madre también le “encantan” las flores.
Ella le estira la camisita y lo arropa con una sábana bordada y una manta decorada con las iniciales del pequeño. Las contempla llena de satisfacción. Ella y su marido no han reparado en gastos para decorar la habitación de su bebé a la perfección, aunque no hayan podido comprar aún los muebles que han elegido para el resto de la casa.
Se inclina para besarle la sedosa mejilla y se dirige hacia la puerta mientras el primer agonizante chillido hace estremecer el cuerpo del bebé.Cierra con suavidad la puerta de la habitación.
Le ha declarado la guerra. Su voluntad debe imponerse a la de su hijo. A través de la puerta oye un sonido parecido a alguien que es torturado. El sentido de su continuum lo reconoce como tal.
La naturaleza no envía unas señales claras de que alguien está siendo torturado a no ser que sea éste el caso. La tortura es precisamente tan seria como suena.La madre duda, su corazón desea volver con su hijo, pero se resiste y se aleja. Acaba de cambiar y alimentar a su bebé. Como está segura de que no necesita realmente nada, lo deja llorar hasta que el pequeño se queda agotado.Él se despierta y se echa a llorar de nuevo. Su madre entreabre la puerta para asegurarse de que el pequeño está bien.
Después vuelve a cerrarla con suavidad para que su hijo no piense que va a recibir la atención que está pidiendo luego se apresura a volver a la cocina para reanudar lo que estaba haciendo y deja la puerta abierta para poder oír a su hijo por si “le ocurriera algo”.El llanto del bebé se va transformando en temblorosos gemidos.
Al no recibir ninguna respuesta, la fuerza del móvil de la señal se pierde en la confusión de un estéril vacío al que el consuelo tendría que haber llegado hace mucho tiempo. El bebé mira a su alrededor. Más allá de las barras de la cuna hay una pared. La luz es tenue. No puede darse la vuelta. Sólo ve los barrotes, inmóviles, y la pared. Oye los sonidos sin sentido de un mundo lejano. Cerca no hay ningún sonido. Contempla la pared hasta que los ojos se le cierran al volver a abrirlos, los barrotes y la pared siguen exactamente en el mismo lugar que antes con la única diferencia de que ahora la luz es más tenue.
Entre la eternidad que pasa contemplando los barrotes y la pared, pasa otra eternidad contemplando los barrotes de ambos lados y el lejano techo. A lo lejos, a un lado, se ven unas formas estáticas que siempre están ahí.Hay momentos en los que siente algún movimiento y algo cubriéndole los oídos, un sonido apagado y un montón de ropa sobre él. Cuando esto ocurre, puede ver desde el interior la esquina blanca de plástico del cochecito y, de vez en cuando, grandes bloques de casas deslizándose a lo lejos. Ve también las lejanas copas de los árboles que tampoco tienen nada que ver con él, y a veces personas mirándole que hablan normalmente entre ellas o en ocasiones con él.
Más a menudo, estas personas agitan un objeto que hace ruido frente a él y el bebé siente, al estar tan cerca, que se encuentra cerca de la vida y alarga la mano y agita los brazos deseando encontrarse en su lugar. Cuando le acercan el sonajero a la mano, lo coge y se lo mete en la boca. Pero no recibe la sensación que estaba esperando. Agita las manos y el sonajero vuela por los aires. Una persona se lo vuelve a traer. Como desea que esta prometedora figura regrese, se dedica a arrojar el sonajero o cualquier otro objeto que tenga a mano mientras el truco funcione. Cuando ya no se lo devuelven más, se dedica a mirar el vacío cielo y la capota del cochecito.Cuando llora en el cochecito es a menudo recompensado con signos de vida.
Su madre mueve el cochecito porque ha aprendido que esto tiende a hacerle callar. Su intenso deseo de movimiento y experiencias, todo aquello que sus antepasados tuvieron en sus primeros meses de vida, se calma un poco cuando su madre mueve el cochecit5o, lo cual de una manera muy pobre le ofrece al menos alguna experiencia. Como no asocia las voces que oye a su alrededor con nada que le ocurra a él, tienen muy poco valor porque no anuncian que vayan a colmar sus expectativas. Sin embargo, son más gratificantes que el silencio que reinaba en la maternidad. El cociente de las experiencia de su continuum está casi a cero; su principal experiencia real es la del deseo.
Su madre lo pesa con regularidad y se siente orgullosa del progreso de su hijo.Las únicas experiencias útiles constituyen los pocos minutos al día que le permiten estar en brazos y algunas otras vividas de manera irregular que le sirven para sus otras necesidades y que se van agregando a sus cuotas. Cuando el bebé está en el regazo de su cuidadora, puede acercarse corriendo un niño gritando y añadir la emoción de crear un poco de acción a su alrededor mientras aquél se siente seguro. El pequeño oye el agradable zumbido del motor del automóvil mientras es zarandeado plácidamente en el regazo de su madre cuando el tráfico se detiene y cuando vuelve a circular. Oye ladridos de perros y otros ruidos repentinos. Aunque a algunos les perturben cuando están en el cochecito, a otros, sin embargo, les asustarían si no estuvieran en brazos. Los objetos que le ponen a su alcance sirven para imitar aquello que al niño le está faltando. La tradición dicta que los juguetes consuelan a los bebés que están sufriendo, pero de algún modo lo hacen sin reconocer el sufrimiento de los mismos.

En primer lugar está el osito o cualquier otro muñeco suave similar que sirve “para dormir”. Está concebido para dar al bebé la sensación de tener un constante compañero. El intenso cariño que a veces un niño acaba sintiendo por él se considera un encantador capricho infantil en vez de verse como la manifestación de una grave carencia afectiva que le ha llevado a aferrarse a un objeto inanimado en su necesidad de encontrar un compañero que no le abandone.
Los cochecitos con juguetes que suenan, y las cunas que se balancean son otra desgraciada imitación. Pero el movimiento sustituye de una manera tan pobre y tosca el movimiento que un niño experimenta mientras su madre lo transporta, que satisface muy poco el intenso deseo del solitario bebé. A parte de ser inadecuado, suele también ser infrecuente. Están también los juguetes que se cuelgan en las cunas y los cochecitos que suenan, tintinean o repiquetean cuando el bebé los toca. La habitación del bebé se suele adornar con móviles de vivos colores, un nuevo objeto que el pequeño puede contemplar aparte de las paredes. Los móviles atraen su atención, pero sólo se cambian de vez en cuando y no llegan a llenar la necesidad que tiene el niño para su desarrollo de disfrutar de una variada experiencia visual y auditiva.....................Jean LiedloffExtraído de la obra El concepto del Continuum

Efectos de la falta de apego en el niño


Los efectos de la falta de apego materno en el niño son efectos retardados, es decir, se verán mucho más adelante, pero realmente evidentes, y a veces dramáticos.
El bebé tiene necesidad de contacto físico. Tiene necesidad de agarrarse y de pegarse a la madre, de relacionarse con su pecho, de refugiarse en ella y de trepar por ella, etc. Y la falta de esas satisfacciones pueden acarrear conductas anormales en adolescentes y adultos.
Si analizamos a muchas familias con conflictos profundos, fácilmente nos encontramos con madres frías, distantes, poco cálidas en afecto, en expresividad corporal, en dejarse agarrar, trepar, tocar, palpar, chupar, etc. por su hijo de pocos días o meses, el cual, aunque esté bien alimentado, si le falta ese “piel-a-piel”, estará amenazado por problemas durante toda su maduración.
Es por eso que una madre bien orientada puede evitar que se produzcan procesos que alteran profundamente la maduración de la personalidad del hijo.
Estas conductas de apego, igual que se van formando, irán disminuyendo espontáneamente. El apego es total en los primeros días y meses de vida, pero mientras se crece, se van estructurando otras conductas que empiezan a “separar” al niño de la madre (o de la figura que la sustituya), como la tendencia a buscar a otros (niños), y luego a otros (adultos), la tendencia a explorar a través del juego, de la creatividad, la imitación, etc., pero tengamos en cuenta que estas tendencias se verán dificultadas si el niño no ha contado primero con el adecuado grado de apego con la madre (o figura sustituyente).
A corto plazo los efectos de la falta de apego pueden ser: un aumento del ritmo cardíaco, descenso de la temperatura corporal de noche, aumenta el tiempo que está despierto, aumentan los sobresaltos nocturnos, protesta (llora, grita…) el primer día de separación, el segundo día presenta posturas depresivas, disminuye el juego, y siente angustia por la separación de la madre.
A largo plazo todos sufren un retraso general, más profundo en el lenguaje, y tienen problemas en sus relaciones sociales. Estudios recientes relacionan las deficiencias en las relaciones con las figuras de apego con la neurosis, la depresión, el suicidio, la mortalidad, el retraso intelectual, desórdenes conductuales, etc.
Esta necesidad de apego está muy relacionado el tema de la lactancia materna. El amamantar al niño va a suponer mucho más que alimentarlo, siendo casi más importantes los procesos relacionales que se producen que el propio alimento.
Publicado por Centro Nacser.

” La satisfacción del vínculo afectivo en la primera infancia.

Por Yolanda González
La especie humana, cuenta con una característica biológica que lo distingue básicamente de otros mamíferos: la condición de prematuridad.
Esta prematuridad en el momento del nacimiento se ve prolongada durante el primer año de vida aproximadamente (descrita por numerosos autores), y es la condición necesaria para el desarrollo de nuestro neo-cortex (estructura cerebral que permite el desarrollo de funciones intelectuales). Dicha característica inherente a nuestra especie, se traduce en una profunda vulnerabilidad física y emocional que nos convierte en seres absolutamente dependientes de otros humanos adultos. La madre biológica, es habitualmente la que desarrolla el cuidado y atención a la nueva expresión de vida energética, pulsante, viva y sedienta de contención y empatía, que es el bebé humano.
Junto a la vulnerabilidad descrita y vinculada a ella, surge en la pequeña criatura el anhelo de amor incondicional, única garantía que asegura el desarrollo de su integridad física, emocional y más tarde intelectual y social.
Todo un proyecto de vida se presenta por delante: el desarrollo potencial de un ser humano. Pero este sugerente proyecto, está condicionado a la experiencia esencial de los primeros años de vida, en los que se podrá observar un amplio abanico de posibilidades: desde el despliegue progresivo de su capacidad madurativa en un marco saludable de existencia, hasta una serie de obstáculos innecesarios que trunquen su potencialidad y generen sufrimiento. Son muchos los avatares internos y externos de la vida, pero la continuidad de una relación vincular, que tenga capacidad de contacto con su vulnerabilidad y también su enorme potencialidad, suponen un requisito indispensable para su equilibrio emocional estable.
De ahí la importancia de preservar el vínculo madre (o sustituta-o) con el bebé luego niño-a.
En nuestra sociedad se valora la buena atención a la pequeña infancia. Pero se cuida de forma insuficiente la forma de realizarlo. Partiendo de premisas de exigencia socio-laborales se descuida la vivencia emocional de los más pequeños, forzándoles a situaciones estresantes que su biosistema sólo puede tolerar realizando un sobre-esfuerzo adaptativo a los requerimientos del medio y, cuyas consecuencias son poco deseables para el fomento de su salud bio-psico-social.
¡Me gusta estar contigo!
En concreto hago referencia a las múltiples y variadas “separaciones forzadas” que se ven obligados a soportar antes, de que su organismo en su totalidad, pueda estar maduro para integrarlo. Hasta hace poco, las separaciones se iniciaban en el mismo momento del nacimiento y durante seis largas horas, las primeras de su experiencia post-natal. Hoy en día se continúan realizando en los casos en que quedan ingresados en observación tras el nacimiento, privados de la presencia materna. Y más adelante, continúan viéndose separados y privados del ejercicio necesario de la dependencia, cuando la madre debe reincorporararse al trabajo. Las separaciones forzadas, continúan en la escolarización temprana, cuando todavía su necesidad de socialización no está madura.
Llegado a este punto, conviene reflexionar sobre la siguiente pregunta: ¿ cuál es su vivencia ante tanto sobre-esfuerzo? ¿Cuál su reacción ante las separaciones prematuras y no elegidas?. Los más enérgicos luchan con todas sus fuerzas con el único medio del que disponen: el llanto. Otros han callado al sentir la indiferencia o el silencio a sus demandas. El resultado, es que la necesidad de satisfacer la relación vincular en el bebé y niño-a con respecto al adulto queda, cuando no eliminada, marcada por una profunda insatisfacción y discontinuidad.
Partiendo de la evidente importancia de los primeros años de vida, es esencial que progresivamente vayamos tomando consciencia del sentido funcional que cumple potenciar un adecuado vínculo madre-bebé-niño-a, con capacidad de contacto y empatía con las necesidades de los más pequeños. Este vínculo inicial y satisfactorio con una figura, se irá progresivamente ampliando al padre y otros miembros familiares y sociales, en base a la maduración natural del pequeño.
Si deseamos una sociedad más saludable que la actual, reflexionemos sobre cuáles son los aspectos infraestructurales a reconsiderar susceptibles de cambio, para ir paulatinamente modificando las condiciones sociales y personales que impiden un desarrollo saludable de los más pequeños. No se trata de adaptar la pequeña infancia a la sociedad. Sino de adecuar ésta, a la difícil escucha de sus necesidades legítimas en base al respeto por el proceso de desarrollo de su propio ritmo natural.
Yolanda González
Psicóloga clínica
Autora del libro “Amar sin miedo a Malcriar”
Especialista y formadora en Prevención Infantil.
Presidenta de A.P.I.R.
http://www.yolandagonzalez-prevencion.com/
yolanda.glezv@gmail.com
Archivado bajo: Artículos, Lactancia Materna