domingo, 9 de noviembre de 2008

Apego Materno

Los bebés al nacer tienen el derecho de ser recibidos por sus padres en un ambiente de amor, privacidad y ternura.
En los primeros minutos de vida del bebé, la mamá y su hijo comenzarán a conocerse y a establecer los primeros vínculos ya que es en estos momentos, que se produce un evento maravilloso, podríamos decir mágico entre la madre y su bebé, sobretodo si este es colocado en el abdomen de su madre piel con piel inmediatamente después de nacer.
El contacto piel a piel a través de estímulos sensoriales como el tacto, el calor y el olor hacen que la madre y su bebé comiencen a conectarse en una “danza” de movimientos sincrónicos en donde comienzan a descubrirse y conocerse. Los investigadores Klaus y Kennel descubrieron que los recién nacidos tienen un periodo sensible, justo después del nacimiento, durante la primera hora después del parto, para el establecimiento del vínculo afectivo entre la madre y el bebé. Cuado la madre no ha recibido medicamentos o drogas durante el parto que le permitan mantenerse alerta y consciente, el bebé entrará en este periodo. Durante este lapso la mamá lo toma en brazos, mientras el bebé permanece en un estado llamado de “alerta tranquilo” y comienza a interactuar con la madre.

En esta primera interacción madre-bebé se observa lo siguiente:

La madre toca al bebé y lo observa a los ojos, el bebé responde concentrando la mirada en su mamá.
La madre le habla con voz suave y en tonalidad alta, mientras el bebé le responde con leves movimientos de las manos y la cara , posteriormente llora.
El llanto provoca la erección de los pezones de la madre y estimula a las hormonas oxitocina y prolactina.
Se produce una sincronía entre el lenguaje da la madre y los movimientos del bebé. La mamá lleva a su hijo al pezón y él lo frota hasta que comienzan a salir las primeras gotas de calostro, llenas de anticuerpos para defenderse de la flora bacteriana de la piel de la madre

Cuando se mantiene al recién nacido cerca del cuerpo de la madre, estos se sienten seguros haciéndose más fácil la transición de la vida dentro del útero materno a la vida fuera de este.

Los bebés recién nacidos tienen conductas innatas a la especie cuando se les coloca piel a piel:
Trepan por el abdomen de la madre y localizan el pezón por medio del olfato para comenzar con la lactancia.
La succión del bebé ayuda a la producción de prolactina la hormona que estimula la producción de leche para que se establezca una lactancia satisfactoria y por lo tanto la supervivencia del bebé.
Este contacto piel a piel también estimula la producción de la hormona oxitocina que hace que la madre incremente su temperatura corporal manteniendo al bebé calientito. La oxitocina producida por la succión del bebé hace que el útero se contraiga y expulse la placenta y sella los vasos sanguíneos reduciendo el sangrado uterino.

Durante el proceso del vínculo afectivo los bebés inician una serie de conductas de interacción con sus padres y mediante el establecimiento de señales no verbales los recién nacidos tienen la capacidad de producir conductas deseadas en sus padres y que refuerzan la conducta del padre y la madre. Entre los padres y sus bebés se crea un fuerte vínculo de unión o apego que hace que quieran llenar a su pequeño hijo de amor, cariño, protección, alimento y cuidados, los hace levantarse a media noche para alimentarlo y estar pendientes de las señales que su hijo manda mediante el llanto y reaccionar de manera adecuada.

Es importante que desde el momento de nacer no se separe al bebé de sus padres y este permanezca el mayor tiempo con ellos ya que el aumento del contacto temprano de los padres con el hijo fortalece el lazo afectivo.

LCCE. Elena Leyva Hernández
Centro Nacser

Él también está "embarazado"




Aunque sea usted a quien le crece el abdomen, no es la única que está esperando un bebé. Se necesitan dos personas para quedar embarazada y, en la situación ideal, un padre y una madre para criar a un niño. Usted será la que hace casi todo el trabajo durante el embarazo, pero no piense que su compañero no comparte las alegrías y preocupaciones normales de los futuros padres.
¿Qué puede estar sintiendo él¡: abandono
Más que nunca se está prestando atención a lo que sienten los futuros papás durante el embarazo de la mujer. Los investigadores descubrieron que algunos hombres:
Viven síntomas comprensivos del embarazo, como sentir más apetito, náuseas o cambios en el estado de ánimo
• Se sienten celosos de la atención que recibe la mujer
• Sienten que no pueden contribuir a la salud del bebé

Si bien no les agrada tener esos sentimientos, se considera que son muy normales.
¿Qué puede hacer para ayudar? hágalo participar
La mejor manera de ayudar a su compañero a sentirse menos abandonado es hacerlo participar en el embarazo y en la preparación para la llegada del bebé. Por ejemplo:

Pídale que la ayude a seguir una dieta saludable. ¡Comer bien es bueno para los tres! Él tendrá una función importante en la salud del bebé si puede ser su “director técnico” en nutrición y orientarla para que no coma comida chatarra y se incline por una dieta nutritiva que toda la familia debería comer.
Salgan a caminar juntos como rutina diaria. Ambos se beneficiarán con el ejercicio y dedicarán un tiempo especial para los dos, lejos del teléfono, televisor, etc. Aprovechen esos momentos para hablar no sólo sobre el bebé sino también de otras cosas que sean de interés especial para él.
Aliéntelo a que la acompañe a las visitas prenatales. Quizás no pueda asistir a todas las citas, pero la visita al médico o partera con usted le hará sentir que el bebé es más real.
Pídale que la ayude a preparar el hogar para la llegada del bebé. Hágalo participar en las actividades de preparación del “nido” que las futuras mamás no pueden resistir. Vayan juntos a elegir una cuna o ropita para el bebé y decidan la decoración del cuarto del bebé. Planeen hacer modificaciones en la casa para que no haya peligros para el niño.

¿Qué puede estar sintiendo?: temor de no ser buen compañero o padre
Aunque no lo digan, muchos hombres que están esperando un bebé tienen temor de que no serán buenos compañeros o padres. En particular, mucho se sienten:
• Incómodos de estar presentes en la sala de parto
• Ansiosos sobre el cuidado del bebé recién nacido
• Temerosos de que no serán buenos ejemplos
• Preocupados de tener que mantener a una familia en crecimiento

¿Qué puede hacer para ayudar?: hágale ver sus puntos fuertes
Usted eligió a su pareja porque lo quiere y cree que, aunque no es perfecto, será un buen compañero y un buen papá. Sabiendo que usted tiene fe en él le ayudará a concretar sus propias esperanzas y expectativas sobre su nuevo papel como padre.
Apóyelo. Es natural preguntarse si será el compañero o padre que desea ser. Trate de ponerse en su lugar y dígale que, a pesar de esos sentimientos, usted sabe que él será lo mejor posible.
No se fije expectativas poco realistas. No lo presione para que sea alguien que él no es. Por ejemplo, sólo porque todos los esposos y novios de sus amigas asumieron sin problemas el papel de acompañante en el parto, eso no significa que su compañero debe hacer lo mismo. Si él no desea participar en la sala de parto aunque usted lo aliente a hacerlo, piénselo antes de forzarlo. Su compañero puede apoyarla de muchas maneras aunque no pueda hacer todo lo que usted le pida.
Aconséjele que lea sobre la crianza y el cuidado de los niños. Cuanto más sepa, mejor. Si nunca cuidó a un recién nacido, posiblemente se sienta atemorizado de que lastimará al bebé o hará algo mal. Estará mejor preparado como padre si se toma el tiempo de aprender cómo será la situación.
Ayúdelo a cambiar su comportamiento. Si a su compañero le preocupa que algunos de sus comportamientos, como beber demasiado o expresar su ira de forma violenta, le impedirán ser un buen compañero o padre, apóyelo en su decisión de cambiar. Aconséjele ir a un grupo de apoyo o consultar a un psicoterapeuta.
Hable abiertamente sobre el dinero. Trabajen juntos para preparar y seguir un presupuesto antes de la llegada del bebé. Pida prestadas cosas para el bebé de amigos y familiares lo más que pueda. Dar de amamantar, además de otros beneficios, es una manera natural de ahorrar dinero también. Si su esposo sabe que están trabajando juntos para mantener los gastos bajo control y ahorrar para el futuro, se sentirá menos preocupado.

¿Qué puede estar sintiendo?: ansioso sobre los cambios en la relación
No hay forma de tener un bebé y que no le cambie la vida. Se dará cuenta de que saber cuántos pañales le quedan será más importante que saber cuáles son los sitios nocturnos de moda. La forma de pasar el tiempo y su relación cambiarán radicalmente con la llegada del bebé. Por eso es natural que su compañero sienta:
Que los momentos de diversión que tuvieron juntos se han acabado
• Temor de lastimar al bebé al tener relaciones sexuales
• Preocupación de que el desinterés en las relaciones sexuales sea permanente

¿Qué puede hacer para ayudar?: enfrentar juntos los cambios
No es fácil hablar de los cambios, en especial de aquellos relacionados con la vida sexual, pero es algo que todas las parejas deben hacer de vez en cuando.
Tranquilícelo y dígale que no todos los cambios de vida serán malos. Si están acostumbrados a una vida social activa, posiblemente deban cambiarla considerablemente, pero no crean que hacer actividades familiares será menos divertido o gratificante. En lugar de pensar en lo que no van a poder hacer, hable con su compañero de las cosas nuevas que podrán hacer, como salir a caminar con el bebé en una mochila, salir con otras familias o buscar una niñera para salir solos a cenar.
Anímelo a relajarse en cuanto a las relaciones sexuales. Ante todo, a menos que usted tenga un embarazo de alto riesgo, no es peligroso para el bebé si la madre tiene relaciones sexuales. Si usted siente el interés, demuéstrele a su pareja que no le incomoda tener relaciones íntimas. Busquen posiciones que sean cómodas para ambos y no se sientan presionados a tener las mejores relaciones sexuales de su vida. Simplemente relájense y pasen un buen momento.
Lo más importante que puede hacer es hacerle sentir que este embarazo lo están pasando juntos. Trate de hablar abiertamente sobre sus temores como lo hace sobre el entusiasmo que siente acerca del embarazo y anímelo a hacer lo mismo.

Artículo por Elizabeth Seltzer. Elizabeth Seltzer es consultora en educación para la salud y redactora técnica que ha trabajado con mujeres en EE.UU. y América Latina en una variedad de temas de salud. Ella y su esposo Jon tienen dos hijos: Cassie y Ben.

viernes, 7 de noviembre de 2008

METODO LAMAZE

¿Qué es el método LAMAZE de preparación para el parto?

Muchas mujeres embarazadas deciden tener un parto psicoprofiláctico para lo cual acuden a cursos de preparación para el parto. Pero ¿Qué es y en qué consiste un curso de preparación para el parto o curso psicoprofiláctico?
La palabra Psicoprofiláxis proviene del griego PSICO, mente, PROFILAXIS, limpieza, por lo que la palabra Psicoprofiláxis significa limpieza de la mente.

El parto psicoprofiláctico tiene sus orígenes en los años 30 en la ex Unión Soviética, en donde un grupo de médicos comenzó a aplicar las técnicas de condicionamiento de Pavlov a las mujeres en trabajo de parto para que su respuesta a las contracciones uterinas fuera positiva, exenta de dolor o miedo a través de técnicas especiales de respiración. Los principales promotores del parto psicoprofiláctico en Europa y el resto del mundo fueron Lamaze y Leboyer, siendo el método Lamaze el más utilizado.

El método Lamaze tiene como misión promover experiencias de parto normales, naturales, saludables y satisfactorias para las mujeres y sus familias a través de la educación y el apoyo. Dicho método ayuda a la mujer, junto con el apoyo de su compañero a volver a confiar en su sabiduría interna y en sus capacidades y habilidades para ser madre, a tomar decisiones libremente informadas para el cuidado de su salud y la de su familia en una forma activa y responsable

Un curso de preparación para el parto o psicoprofiláctico tiene como objetivo el educar a la pareja para el nacimiento de su bebé, promueve prácticas saludables, convirtiéndose en un modo de vida de la pareja. Su propósito no es evitar el dolor, sino reducirlo mediante la aplicación de técnicas de relajación que contribuyen a disminuir o eliminar el estrés y/o temor que algunas mujeres sienten ante el parto.

El curso psicoprofiláctico tiene muchas ventajas:
Las técnicas de respiración y relajación ayudan a que el parto sea más sencillo y rápido.
Gracias a la preparación que reciben los padres, la mamá sabe que hacer, como respirar y como relajarse, lo que le permitirá tener un parto normal y disfrutar plenamente consciente de esta experiencia única.
La pareja se une más reforzando los lazos de unión entre ellos ya que el padre participa y se involucra en esta experiencia brindando un gran apoyo a la madre.
Se estrecha la relación madre-hijo ya que el bebé es puesto inmediatamente en los brazos de su madre al nacer, los expertos afirman que el sentir el cuerpo y las caricias de su madre hace que el bebé se calme y sus ritmos vitales se estabilicen.
El parto es un reto único para el que la mujer debe estar preparada, llena de fortaleza y con buena autoestima. La preparación para el parto ayuda a la mujer a conocer su cuerpo y sentir como funciona así como a acomodar sus emociones, conocer los procesos y conectarse de manera profunda consigo misma y con su bebé.

LCCE: Elena Leyva Hernández.
Educadora para el parto certificada por LAMAZE Internacional.
Universidad Anáhuac